Nuestros logros, creencia o humanidad?

 


En esta imagen, alguien tiene cara de: Dónde me metí? La otra, con más años, ha aprendido que después de pasar los obstáculos se aprecia y disfruta el camino recorrido. 

Pero en todos los casos, no creamos tanto, somos humanos!

Es cierto que una vida llena de logros se mira desde afuera muy bonita, pero cada logro es una cima alcanzada, y lleva muchas escaladas y sobre todo muchas más resbaladas. Si vemos a alguien que está hablando de sus logros, abrazar, apoyar o simplemente sonreír al ver que algo bueno le está sucediendo, es una gran forma de expandir esa energía y conectar con nuestra grandeza interna, allí está lo grande y lo que nos une como humanos. 

Y antes de entrar de lleno en el tema y hablar sobre nuestra humanidad, me gustaría compartirte un poco sobre a que me refiero con la palabra logro, porque de seguro es muy fácil ver esta palabra desde los ojos del gran "ego", y a su vez, este puede jugar en contra, dependiendo de las creencias internas. Nos puede llevar a pensar en que un logro es una cosa que se relaciona con lo público, que quien logra, tiene que ver con cantidades o volumen, y no, no vamos a hablar de logros desde ese punto. 

Lo que les comparto lo haré desde su real significado y desde lo esencial, donde un logró es “La acción o efecto de conseguir lo que se intenta o desea”, como lo muestra la Real Academia. 

Pero volvamos al punto, sabemos que es un logro? Yo te voy a compartir algunos que hacemos a diario y por la incansable rutina, ni cuenta nos damos de esa pequeña acción lograda. Abrir los ojos en la mañana y sabernos bien, es un logro de cada día, tomar decisiones y accionar para levantarte de la cama y hasta elegir como estaremos, es otro logro de cada día, si tienes personas a tu cargo o cuidado y al levantarte puedes darle los buenos días y asistirles con algo para iniciar su día, que gran logro has tenido ese día!

Y así, un sin número de pequeños logros que vamos teniendo en lo cotidiano, y que además, vamos dando por sentado. Y si como a mí, te visita el perfeccionismo de vez en cuando, y quiere disminuir el valor de lo logrado, por el simple hecho de que algo que esperábamos aún no se ha logrado o simplemente no se ha concretado, pareciera que hemos fallado. Sin embargo, el mayor logro es no darle la oportunidad de que nos robe el gozo o la alegría de lo que sí se hemos podido alcanzar, por muy pequeño o insignificante que lo creas. 

En tiempos donde muchos estamos cambiando las formas, y mirando hacia adentro, cosa que además celebro porque nos permite que podamos caminar la vida un poco más conscientes y esto se agradece por el resultado que nos regala, no dejemos de lado los pequeños logros y disfrutemos de esos instantes donde abrazamos nuestra humanidad. 

Con este mensaje quiero invitarte a reconocer la intencionalidad en lo que hacemos, es allí donde podremos reconocer cada logro, sin mirar su tamaño, pero además permitiendo que exploremos una mayor conexión con aquello que elegimos hacer cada día. Una de las formas más prácticas que podemos aplicar al momento de tomar una acción de forma intencional, puede ser reflexionar el motivo que nos impulsa a hacerlo, allí encontraremos muchas respuestas que nos brindarán lo necesario para seguir fortaleciendo nuestras acciones de cada día y conectarlas con esos logros que queremos. 

Recordando que cada día estamos haciendo lo mejor que podemos, con aquello que sabemos, y sí, es así como podemos abrazar cada día nuestra humanidad, aquella que nos permite crear y accionar para todo cuanto anhelamos lograr. 


Con Cariño, Vanesa. 

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