Florecer ante el dolor de perder a un ser amado
Hoy 16 años después, pareciera ser un tiempo prudente para procesar el dolor por la cadena del olvido, este sigue intacto, como suele pasar a muchos quienes perdemos al alguien a quien amamos. Lo que sí me han permitido todos estos años, es procesar el sufrimiento que ese dolor arrojó, con la sabiduría que Dios y la vida me han regalado a través de las experiencias y el tiempo. Muchas veces fallo, pero todo es parte del proceso, ya no me cuestiono por eso. Las pérdidas, aún llenas de mucho dolor, pueden abrir caminos y posibilidades. Es por ello que hoy decido compartir estas líneas desde lo más profundo de mi corazón, con todo mi amor y en tu honor mami, por siempre Irma.
Cuando perdemos a alguien
que representa mucho en nuestra vida y en nuestro corazón, tenemos dos
opciones, seguir adelante, a veces sin saber ni cómo, o podemos elegir que todo
se acabe y abandonarnos en ello, dejándonos arrastrar por la corriente del
sufrimiento que genera la pérdida. Ambas opciones duelen, ambas pueden tener
consecuencias duras, para quien vive la experiencia y también para todos los
que están alrededor. Pero la diferencia estará en lo que elegimos hacer con ese
dolor y el sufrimiento que nos arroja, el dolor siempre estará, el sufrimiento
es una opción que podemos trabajar para crecer y continuar desde lo que
da.
Reconocernos y apoyarnos en momentos de dolor en algunos afectos, puede ser de beneficio, sin embargo siempre aparecerá quien juzgue la forma en que manejas tu dolor, recordar que el dolor es personal y no hay una fórmula única para manejarlo puede ayudar a empatizar, aún cuando en ello consigamos fuertes dosis de sufrimiento, cuanto agradezco a las experiencias vividas y a la adultez por reconocerlo.
Todo lo vivido es necesario para procesar y dejar al tiempo que muestre lo correcto. Si tan sólo entendiéramos que el tiempo es una inmensa fuente de sabiduría. Eso no significa que el tiempo todo lo cambia, pero si puede transformar, abre caminos para la reflexión, da paso a mirar que todo lo que sucede tiene un orden perfecto para que cada quien viva lo que necesita para su evolución.
Debo mencionar que cuando perdemos a seres que amamos, podemos y en muchos ratos ocurrirá, que nos perderemos a nosotros mismos en el proceso, es y será un tropezar constante tratando de atravesar el sufrimiento que ese dolor deja en nosotros, a veces sin saber ni cómo, una asignatura pendiente, es aprender a canalizarlo a darle el tiempo que sea necesario, no hay ninguno específico, me excuso con los expertos pero el duelo aunque tenga etapas, no tienen una cronología específica, nada en la vida es específico. Hoy me alegro que estén disponibles y existan muchos más recursos e información para procesar y acompañarnos durante un proceso de pérdida o duelo.
Durante los tiempos de pérdidas, te acompañarán quienes menos esperas, en el camino podemos observar a quienes pensábamos que estarían, pero en realidad muchas veces no saben tampoco cómo estar. Al principio se puede juzgar por esto, pero el sabio camino nos muestra que quien no está o no estuvo durante el proceso y el camino, no debía, no estaba preparado o simplemente no podía. Buscar herramientas es una buena opción, existen muchas, puedo sugerirte una terapia psicológica, activar un hobby, la música, la lectura, los buenos amigos que se vuelven familia y la verdadera familia que se vuelve más amiga.
Las pérdidas de seres amados no son algo que podamos evitar, es parte de la vida, lo que si es y será posible disminuir es el sufrimiento de esto. El dolor no va a cesar, el recorrido de la vida incluye una porción de dolor para todos sin excepción, pero el valor y crecimiento estará en aprender a vivir sin sufrir la ausencia de aquellos a quien tanto amamos y que ya junto a nosotros no están.
Recordando a quienes puedan estar pasando por algo similar, que cuando perdemos a un ser querido y no procesamos el duelo, o tomamos un acompañamiento profesional correcto, nos puede resultar en un sufrimiento prolongado. Se extiende por muchos años el caminar no sólo con el dolor, sino también con el impacto del sufrimiento. Si tienes algún familiar, amigo o cualquier persona conocida que esté pasando por una pérdida de algún ser amado, invitalo a que pueda procesar y acompañarse en el camino, a buscar ayuda para canalizarlo.
Estas líneas son un regalo al cielo para ti mamá, por ser guía, por ser luz aún en la oscuridad y a todos quienes han perdido a un ser amado, porque sé que aún en los momentos más fuertes de incertidumbre y sufrimiento se puede caminar y continuar.
Con amor, Vanesa.
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