Hablemos de Exposición en nuestros días

Escribir es algo que disfruto, lo hago en principio como un regalo para mí, como una forma de expresión, además de todos los beneficios que he encontrado en esto, también algunos de esos escritos los comparto, tal vez haya alguien más que pueda apoyarse en estas palabras. Es algo con lo que fluyo y disfruto. 

Algunas veces mis palabras tienen una base teórica, me encanta indagar, leer e investigar; muchas de mis palabras nacen desde la reflexión personal, es decir, un punto de vista dentro del universo inmenso de información y opiniones. Si has llegado hasta aquí, sólo deseo que sea de aporte también para tí. 

Cuando elegimos el camino de expresarnos y compartir, a través de palabras, escritos, momentos, situaciones, imágenes y cualquier otra cosa que nazca en nosotros, es decir, cuando nos mostramos, seremos vistos, y sí allí nace la exposición.  

Hay diversas formas o vías para llegar a la exposición.  También están quienes eligen no mostrarse, y de esta forma no exponerse, o exponerse al mínimo. Mientras  más mostramos, sin duda el nivel de exposición aumenta. 

La experiencia de vivir cada día con lo que trae, es un gran reto, pienso que siempre estaremos expuestos de alguna manera, aunque sea muy mínima, recordando que nuestros días están llenos de mucha tecnología al alcance de muchos, dándole apertura a la llamada “opinión”. Muchas veces opiniones desde pocos contextos, porque quien nos lee, ve o escucha, no tiene o no conoce, toda la información (solo sabe parte de la película), pero aún así puede opinar, y hasta inclusive juzgar sin conocer argumentos, más que el propio punto de vista o lo poco que hemos expresado o expuesto. 

Surge una pregunta: Nos exponemos porque queremos? La respuesta, puede ser si, no y/o depende del contexto. A veces la exposición es consciente, otras veces no, y en algunos casos se puede dar forzada por terceros (nunca sabemos quién nos está viendo). En este mundo de la globalización, tecnología y redes sociales, como todo, también tiene sus pro y contras, yo prefiero llamarles, luces y sombras, y seremos expuestos. 

Depende de cada mirada, lo que resulta de la exposición, a veces podrán ser luz, otras veces sombra.

Cuando nos exponemos, puede ser percibido de forma positiva (lo que llamo desde la luz), negativa (lo que llamo desde la sombra) o inclusive neutral.  Por ejemplo, se puede mirar a alguien manejando un Porsche bordeando una exótica playa y se puede interpretar riqueza, poder, relax, entre otras tantas que lo enaltecen desde la luz, o se podría interpretar desde la duda, codicia, y otras tantas desde el lado sombra, e incluso puede pasar como inadvertido y ser calificado neutral.  

Pero qué tan cierto es esto? La industria de la tecnología para bien o para mal, ha venido a quedarse y crecer a velocidades exponenciales, escalando altos niveles en temas de exposición, sin freno. El dilema puede ser, qué hacemos con esto? Mi respuesta es, lo que cada quien desee, y de hecho así se hace, sólo recordemos, que se puede hacer desde la luz o la sombra. 

En tiempos actuales, la industria de la tecnología y redes sociales, ha tenido que modificar las formas de apreciación cambiando likes ♥️ por vistas 👁, es decir mira más y opina menos, pero la incidencia es la misma, el resultado muy poco cambia, es decir la exposición continúa, y será apreciada o despreciada dependiendo de quien la perciba.  

Muchas personas han decidido y están decidiendo alejarse de la exposición, dejar de lado por ratos el tema de tecnología y redes sociales, en pro de la salud mental, un tema que en la actualidad tiene mucho para hablar.   Exponerse o no, es una decisión que puede impactar en la salud mental y/o física, si es el caso de que esto representa un factor de riesgo, nunca dudar de hacer los cambios necesarios.

Mi invitación con este artículo va más allá, porque hoy hablamos del impacto de la tecnología y/o redes sociales, pero y si empezamos por ver el impacto que tiene lo que opinamos. Hablo desde la mirada de quien opina, pero también la invitación es a cambiar la mirada desde quien recibe la opinión. Tomando cada quien su parte y haciendo el trabajo de consciencia, que eso requiere. 

Algunas generaciones, vivimos tiempos donde la información y exposición no eran tan inmediatas, pero hoy en día hemos podido adaptarnos y aprovechar las bondades de la inmediatez a través de la tecnología, llevado de buena forma, tiene un gran impacto positivo, pero si no se canaliza por esa vía, por el contrario, es manejado desde la irresponsabilidad, el impacto negativo puede ser devastador. 

Ahora bien, quién califica que es positivo y que es negativo, podríamos preguntarnos, porque esta globalización nos ha invitado a entendernos entre tantas diferencias, y lo que es bueno para alguien, resulta no serlo para otros, o viceversa. La exposición inmediata a generado millones de dólares para ayudar a quienes lo puedan necesitar en un momento determinado, a permitido visibilizar grandes ideas, negocios, personas, pero también ha resultado en estafas millonarias por el abuso desmedido y malas acciones de personas desde la irresponsabilidad, es decir desde sus sombras. 

Para muchos padres hoy en día, mostrar una foto familiar o compartir algún momento de sus hijos, puede resultar tan atemorizante, por el hecho de acciones futuras inescrupulosas, pero también puede ser un bálsamo al corazón para aquellos seres queridos que están lejos y pueden acceder a ese momento a través de la tecnología. 

Y a dónde nos lleva todo esto? Nuevamente al hecho de que todo será y resultará dependiendo de la mirada con que se haga, luz o sombra. Al final podemos reflexionar que:

~ Las opiniones siempre van a estar.

~ La mayoría de las opiniones se emitirán desde la mirada personal. 

~ Si somos personas con una alta sensibilidad a la opinión ajena, recuerda que lo que otros piensen, hacen o sienten, no lo podemos cambiar.

~ Elegir el nivel de exposición que más se ajuste a cada quien, es lo ideal.

La invitación a responder más desde la luz, y reconozcamos que la sombra está, que los otros también la tienen y eso no lo podemos cambiar. Tal vez ayude el hecho de responder siendo un poco más consciente del impacto que tenemos, que seamos ejemplo de luz y trabajemos nuestras sombras, para así sumar.

Hacer lo necesario para nuestro bienestar, sin dañar a otros, es el mejor camino para ser y estar. Mucha luz y bendiciones para todos! 



Escrito por: Vanesa Medina Lorenzo

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