7 claves para una migración efectiva en familia



Desde la época de guerras, la decisión de migrar ha sido un punto de atención en muchas familias en el mundo, y una alternativa para dejar de vivir en países con situaciones de conflictos. Actualmente, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), un organismo perteneciente a la Organización de Naciones Unidas (ONU), es quien lidera este tema a nivel mundial y del cual se puede obtener datos e información de valor, bien sea que tengas pensado migrar, o que sea tu situación actual.
Tomar la decisión de salir de nuestros países natales, donde ya tenemos nuestras raíces, familiares y sociales, no es fácil, pero es una decisión muy personal; y sea cuál sea el motivo que lleve a tomarla, la última palabra es nuestra.
Generalmente, el proceso de migrar es dejar atrás lo que construimos hasta ese momento en nuestro lugar de origen. Expertos aseguran que la población que migra debe iniciar de cero proyectos familiares, económicos, educativos, sociales, entre otros; algo que se dice rápido, pero que en la práctica puede resultar fuerte, lento y en algunos casos agotador, todo va a depender de la preparación.  
Y aunque muchos de nosotros venimos de familias migrantes, o de vivir en países con cultura migratoria, podemos tener referencia; sin embargo, vivir esta experiencia es algo único y diferente en cada caso. Para alcanzar la adaptación y desarrollo familiar en el nuevo destino, he aquí 6 pasos que contribuyen al éxito  del proceso migratorio:


  1. Estar conscientes de que nada será igual, excepto la escala de valores y formación que se tenga en la familia, que será clave para apoyar o no la adaptación y desenvolvimiento en el nuevo destino. Es fundamental conocer y adaptarse al nuevo sistema, para aprender a moverse en éste; sin entrar en comparaciones con el país de origen, que más que beneficiar perturban el proceso de adaptación.


  1. No dejarse llevar por experiencias de otros, cada historia es diferente, lo que le haya pasado a otros no necesariamente tiene porque ocurrirnos y aunque podemos aprovechar las experiencias como forma de aprendizaje, la vivencia resultará distinta para cada familia, porque influyen valores, creencias y la estructura de cada uno, además de las condiciones y preparación.


  1. La comunicación y diálogo continuo, entre todos los integrantes de la familia para el manejo de emociones. Es importante que más allá de hacernos los fuertes y hacer como si no pasa nada, compartamos y comuniquemos a los hijos que es normal sentir tristeza por lo que se ha dejado, que haya miedos por la incertidumbre de lo nuevo y desconocido; sin embargo, poco a poco estas deberán ir desapareciendo. Hay que estar atentos a cuadros de depresión o confusión emocional en la familia, y que requieran atención y acompañamiento, no olvidemos que somos seres humanos.


  1. Ser flexible y más flexible, con nuestros familiares, con el entorno y con nosotros mismos, aunque pudiese resultar agitada la vida, debemos adaptarnos a las distintas situaciones que puedan presentarse donde el resultado no depende de nosotros, la flexibilidad nos ayuda a comprender pero sobre todo a aceptar para seguir adelante con lo que somos y tenemos.


  1. Aprovechar al máximo la tecnología, para estar conectados con los familiares que dejamos en nuestros lugares de origen, pero sobre todo para abrir espacio a la investigación y aprendizaje de la nueva cultura. Puedes unirte a un grupo de redes sociales con información y apoyo para las comunidades en distintos países, para tener información sobre aspectos legales, económicos, de empleos, hábitat, educación, salud, económicas, entre otras.


  1. Tomar espacio para el esparcimiento y compartir familiar, dentro de las posibilidades que se tengan, la rutina puede ser agotadora y puede propiciar alejamientos; por lo que es fundamental que la familia mantenga viva la unión y refuerce los valores comunes para seguir adelante.


  1. Un día a la vez, sin duda es la premisa que más les sugiero, con lo bueno y no tan bueno que se nos presente, con responsabilidad, pero sin culpas; de esta manera poco a poco el proceso tomará su forma y al transcurrir el tiempo estarán adaptados al nuevo sistema y con raíces.


Visualicemos este proceso como un abanico de posibilidades y oportunidades para toda la familia, donde se podrán obtener beneficios como un segundo idioma; aprendizajes de nuevas culturas; nuevas relaciones interpersonales, explorar nuevos ambientes y cualquier otra que se da producto del cambio.


Sin duda, la actitud con la que se maneje el proceso podrá definir como resulte este proyecto familiar y su crecimiento. La prioridad es restablecerse como familia, tomar los beneficios de ambas culturas (la de origen y la de migración) e integrarse al lugar, su gente y la nueva realidad.

Comentarios

  1. Excelente amiga, había recibido el mensaje con el link, pero te confieso que hoy es cuando estoy leyendo el contenido... Gracias por tus recomendaciones, esperando que para el momento actual, ya hayas superado y comenzado nuevas estrategias... Un fuerte abrazo, y mil gracias por seguir estando presente!

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